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Es probable que si tienes una agenda la uses sin necesariamente haber pensado mucho en el modo en cómo la organizamos, tal vez incluso ya por costumbre anotar lo que va saliendo durante el día o planificas las actividades de tu semana o mes.
Pero si nos detenemos un poco más en pensar en esta excelente herramienta, podemos aprovechar aún más la forma en cómo organizamos nuestras actividades y con ello decidir qué tipo de agenda necesitamos o cómo estructurar la información que vaciamos en ella.
En este artículo, te proponemos algunas formas para pensar las actividades que debes organizar.
Puedes armar un listado de actividades para diversos momentos del día. Ya sea por jornadas, de mañana, tarde o noche, o por horarios.
Si tu agenda no tiene divisiones, puedes partir las hojas del día en mañana, tarde y noche.
Una buena forma de clasificar tus actividades es organizarlas dependiendo de la prioridad que ellas requieran.
Lo ideal es identificar cuáles de ellas requieren mayor atención o mayor urgencia para su realización.
Para esto, te recomendamos qué generes una lista de todas tus actividades diarias y luego al costado de esta lista busques clasificarlas y ordenarlas según los requerimientos que necesitas.
Una vez que hayas realizado cada una de las actividades es ideal marcarlas, ya sea destacando las con marcador o realizando un check para cada una de ellas.
Si tus pendientes tienen fechas determinadas esta es otra buena forma de organizarlos.
Para ellos son ideales las agendas que tienen el calendario marcado o incluso agendas abiertas donde puedes poner el día y la fecha de cada día de la semana.
Lo ideal es que puedas revisar la fecha y ver cuáles son las actividades que tienes que realizar para ese día y con ello poder planificar a más largo plazo.
Si tus actividades son muchas y en verdad no tienen una fecha determinada puedes simplemente generar una lista de actividades donde vayas improvisando el momento en que realiza cada una.
Lo ideal de generar este tipo de listas no es simplemente cumplir con prioridades o con fechas, sino que ir marcando cuáles de ellas ya realizaste de forma aleatoria según tus tiempos y tus requerimientos.
Existe mucha satisfacción en la idea de ver que ya organizamos y realizamos algunas de nuestras actividades propuestas. Es una sensación de avanzar en los requerimientos que tenemos para nuestro mes o año.
Una buena idea para quienes tienen distintos rubros de actividades, ya sea del trabajo, de hogar, de estudio o cualquier otro o incluso dos tipos de trabajo, es que puedes clasificar tus actividades.
Puedes dividir tu agenda entre las actividades cotidianas y las laborales o entre las de estudios y las de la escuela todo va a depender de tus necesidades y las cosas que requieras clasificar y ordenar.
Cómo puedes ver, el uso de una agenda es bastante práctica para poder ordenar tu día a día y tener un claro registro de tus pendientes y tus actividades.
Con ella podrás observar tus avances, anotar ideas importantes, fechas, actividades pendientes, ideas, dibujos o cualquier cosa que pase por tu mente. Es ideal para recordarte y ayudarte en los momentos que necesitas.
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